Desde hace una década, el sector de los dispositivos médicos en México registra un crecimiento sostenido del 15%, por lo que se estima que en 2020 el consumo de estos instrumentos sea de más de 19 mil 700 millones de dólares.
De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Industrias Innovadoras de Dispositivos Médicos (AMID), nuestro país es el mayor exportador de dispositivos en Latinoamérica, con una producción superior a los 15 mil 220 millones de dólares.
Actualmente, esta industria genera más de 156 mil empleos y fortalece el potencial del país, pues hoy en día somos el décimo exportador de dispositivos médicos a nivel mundial, y el principal proveedor de estos productos a Estados Unidos.
El dinamismo del sector engloba 75 especialidades médicas con 7 mil registros sanitarios y 310 mil productos.
Dentro del universo de dispositivos médicos encontraremos desde glucómetros, implantes, agujas, bisturíes, prótesis, equipo de laboratorio y hasta maquinaria robótica para el funcionamiento de algún órgano.
El 46% de todo lo que se fabrica en México se consume en el mercado interno, siendo el gobierno el responsable por el 80% de estas adquisiciones.
En México la mayor producción de estos insumos se da en Baja california, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora, Jalisco, Ciudad de México, Nuevo León, Estado de México y Coahuila.
De acuerdo con el informe Evaulate Pharma World Preview 2014, Outlook to 2020, los segmentos más grandes de la industria de tecnología médica en tres años serán demandados por el diagnóstico in-vitro, cardiología, imágenes diagnósticas, ortopedia, oftalmología, cirugía general y plástica, así como por la endoscopia.
A la fecha, de todos los productos relacionados con la salud, el 80% son dispositivos médicos y sólo el 20% son medicamentos.
Los avances de estas tecnologías han abonado 3.2 años a la esperanza de vida, generaron una reducción en las discapacidades del 25% y una baja del 56% en los días de hospitalización.