En estos últimos veinticinco años en el ambiente de los sistemas productivos ha sucedido una verdadera revolución, pues hace un cuarto de siglo difícilmente pensábamos en el reto que podría significar la competencia japonesa, la calidad y la globalización de productos y servicios.
Todo este proceso de cambio ha motivado a diferentes autores a nivel internacional, a tratar el problema del logro y la medición de la calidad y de la productividad, desde diversos enfoque y utilizando diferentes tecnologías.
Esto hace que, si bien se cuenta con una amplia bibliografía al respecto, su utilidad no es totalmente aprovechada ya sea que el tema se trate a nivel de empresa o en forma genérica, por lo que el usuario, gerente o consultor, debe pasar por una gran elaboración conceptual previa, a fin de poder aplicar correctamente dichos conceptos y términos a las diversas unidades de la empresa.
Si analizamos la palabra PRODUCTIVIDAD, la podremos descomponer en los dos términos que la componen: PRODUCCIÓN y ACTIVIDAD. Esto es lo que ha conllevado durante muchos años a la creencia de que este concepto está asociado únicamente a la actividad productiva de la empresa y ha limitado su utilización en otras áreas que no clasifican como tal.
Así observamos cómo diversos organismos internacionales definen este concepto.
Para la OCDE (Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico), Productividad es igual a producción dividida por cada uno de sus elementos de producción.
Para la OIT (Organización Internacional del Trabajo), los productos son fabricados como resultado de la integración de cuatro elementos principales: tierra, capital, trabajo y organización.
La relación de estos elementos y la producción es una medida de la productividad.
Para EPA (Agencia Europea de Productividad), Productividad es el grado de utilización efectiva de cada elemento de producción, es sobre todo una actitud mental, busca la constante mejora de lo que existe ya. Está basada sobre la convicción de que uno puede hacer las cosas mejor hoy que ayer, y mejor mañana que hoy, requiere esfuerzos continuos para adaptar las actividades económicas a las condiciones cambiantes y aplicar nuevas técnicas y métodos. Es la firme creencia del progreso humano.
El concepto más generalizado de productividad es el siguiente:
Productividad = Producción = Resultados logrados/Insumos/Recursos empleados.
De esta forma se puede ver a la productividad no como una medida de la producción, ni de la cantidad que se ha fabricado, sino como una medida de lo bien que se han combinado y utilizado los recursos para cumplir los resultados específicos logrados.
Esta definición de productividad se asocia con el logro de un producto eficiente, enfocando la atención específicamente en la relación del producto con el insumo utilizado para obtenerlo.
Pero igual que han evolucionado otros conceptos, ha evolucionado el concepto de productividad y, sobre todo, han influido en ello los cambios que se han operado en la manera en que en el mercado empresarial contemporáneo se considera la CALIDAD.