De octubre de 2016 a la fecha se reportaron tres mil 114 casos de influenza, y 229 defunciones por esta causa, cifra menor a lo registrado en 2015 cuando se confirmaron seis mil 896 casos y 505 decesos, de acuerdo con datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud.
El 51% de los casos reportados en el país se originaron en Nuevo León, Querétaro, Ciudad de México, San Luis Potosí y Estado de México.
Ante este panorama, farmacéuticas como Roche, la británica GlaxoSmithKline (GSK), BioCryst Pharmaceuticals y Novartis aparecen como las principales desarrolladoras de medicamentos antivirales que atienden este padecimiento en el mundo.
Uno de los productos más demandados en México para el tratamiento de esta enfermedad es Tamiflu (oseltamivir) de la farmacéutica Roche, el cual abastece a más de 6 mil farmacias particulares en el país.
En 2016, las ventas de Grupo Roche se vieron impulsadas por las subregiones de Asia-Pacífico y Latinoamérica registrando un crecimiento del 4% en su división Pharma que incluye productos como Tamiflu, Alecensa y Actemra/RoActemra.
Otras de las farmacéuticas que entran al quite para tratar la influenza es la británica GlaxoSmithKline con el antiviral Relenza (zanamivir) que actúa contra los virus de la influenza A y B.
BioCryst Pharmaceuticals es otra de las desarrolladoras que atienden este padecimiento en México a través de su antiviral Rapivab (peramivir).
Este producto se administra de forma intravenosa únicamente a mayores de 18 años y tiene el poder de reducir el tiempo de síntomas en 21 horas en comparación con otros medicamentos con los que deben pasar 48 horas de iniciados los síntomas.
Sin embargo, su costo es de aproximadamente 1000 dólares, un precio muy elevado en comparación con el Tamiflu y Relenza que cuestan cerca de 600 y 400 pesos respectivamente.