Las personas mayores de 60 años representan el 12.3 por ciento de la población mundial y de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), para el 2050 el 22 por ciento de la población mundial serán adultos mayores.
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), México registró 13.9 millones de adultos mayores al primer trimestre del 2016 y para el 2050 el país tendrá 36.5 millones de adultos mayores de acuerdo a proyecciones del Consejo Nacional de Población (Conapo).
Los principales problemas que experimentan los adultos mayores están relacionados con enfermedades crónicas no transmisibles, es decir, aquellas que pueden prevenirse con comportamientos saludables durante toda la vida.
Fuente: OMS. Proyección para 2050 de la proporción de personas de 60 años o más, por país
En mayo, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó la Estrategia y Plan de Acción Mundial sobre el Envejecimiento y la Salud 2016-2020 y los países del G7 emitieron una declaración conjunta, para impulsar la investigación y el desarrollo, en particular el del envejecimiento activo para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores.
El envejecimiento activo ayuda a la independencia de las personas, previene enfermedades, mejora la calidad de vida y evita el quiebre de los sistemas sanitarios y sociales. Sin embargo, para 2050, la proporción de la población mundial con más de 60 años de edad pasará de 900 millones hasta 2000 millones, lo que representa un aumento del 12% al 22%.
Uno de los principales retos en materia farmacéutica, es seguir atendiendo a las enfermedades crónicas no transmisibles las cuales tan sólo en México, crecerán a una tasa promedio anual de 4% real hasta los 193,287 millones de pesos (mdp) para 2050.
Las grandes farmacéuticas que combaten las enfermedades más comunes entre la población, desarrollan medicamentos que combaten las principales causas de muerte a nivel mundial, como la diabetes e hipertensión. El 90% de las personas arriba de 65 años consumen más de 5 pastillas al día según la OMS.
Para cumplir este objetivo por la parte de industria es necesario aplicar medidas integrales de salud pública y desarrollar entornos amigables con los mayores. En la edad avanzada, la salud no debe definirse solamente como la ausencia de enfermedad. Todos los adultos mayores pueden gozar de buena salud y continuar realizando todas las actividades que les interesan.
A menudo, el gasto social y sanitario dedicado a los ancianos se considera un costo para la sociedad cuando, en realidad, debe entenderse como una inversión que permite ofrecerles la oportunidad de seguir realizando numerosas contribuciones positivas.
La OMS define al envejecimiento activo como el proceso de optimización de las oportunidades de salud y seguridad con el fin de mejorar la calidad de vida a medida que las personas envejecen.