La era tecnología nos ayuda a poner en orden las actividades en nuestra vida diaria, gracias a ella no tenemos que aprendernos la lista de números telefónicos de nuestros amigos, coleccionar nuestra música favorita en CDs o acumular nuestros proyectos en una torre infinita de hojas de papel.
¿Te imaginas que esta simplicidad tecnológica se diera en las prescripciones médicas?
Aunque suene algo futurista, las recetas médicas vía electrónica ya son una realidad que permiten eficientar el acceso a expedientes clínicos y en resumen mejorar la atención al paciente.
En México algunas entidades ya cuentan con capacidades de prescripción electrónica, o por lo menos manejan sistemas de expedientes electrónicos de salud, sin embargo, la práctica no se ha extendido a gran escala.
La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados recientemente aprobó por unanimidad la expedición de recetas médicas vía electrónica, a fin de impulsar el aprovechamiento de la tecnología y mejorar los tiempos de atención en las ventanillas de las farmacias.
De acuerdo con datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), la expedición de recetas electrónicas en esta institución creció de 65.4% en 2012 a 90% al cierre del primer semestre de 2016; mecanismo que se implementó para dar atención a pacientes con enfermedades crónicas que acuden a consulta una vez cada tres meses.
Sin embargo, aún falta impulso para que este sistema se pueda desarrollar plenamente en México, ya que demanda conseguir los fondos necesarios, capacitación al personal de salud, instalación de software especializado y una red que asegure la privacidad y protección de los datos tanto al almacenarlos como al transmitirlos.
En Estados Unidos esta tecnología se ha implementado, por ejemplo, en los estados de Nueva York y Minnesota donde las prescripciones electrónicas ya son obligatorias.
Hoy en día la mayoría de los sistemas en Estados Unidos cuentan con mecanismos de seguridad, mediante una tecnología de autenticación que ayuda a confirmar que sólo el personal clínico autorizado tenga acceso a información del paciente.
No obstante, la prescripción electrónica se encuentra aún en pañales. En 2008, sólo el 6.6% de los 1.57 mil millones de recetas elegibles para su inclusión en el proceso de prescripción electrónica fueron enviadas por esta vía; el rango de implementación entre los médicos particulares fue de sólo del 12%
Una de las razones por la cual hay una baja tasa de adopción entre los médicos es el costo para adoptar estos sistemas.
Aunque el panorama parece difícil en México, empresas como la clínica oftalmológica Sala Uno dejó de emitir recetas en papel y comenzó a utilizar Prescrypto, una aplicación mexicana de recetas electrónicas para oftalmólogos.
Este caso de éxito ha motivado a que otras instituciones médicas apuesten por este servicio; tan sólo al mes de enero de 2017, Prescrypto ha emitido cerca de 20 mil recetas electrónicas de médicos oftalmólogos.
Esta app permite al médico crear, enviar, imprimir y rastrear recetas electrónicas de forma segura e incluso acceder al historial del paciente desde cualquier computadora o Smartphone.
Este ejemplo da una muestra a la industria de que adoptar la tecnología puede ser más sencillo de lo que se piensa.