3 fármacos que sin quererlo remediaron otros males

PastillasSabemos que el uso de fármacos es asunto serio, sin embargo, algunos medicamentos que hoy en día son exitosos por curar grandes padecimientos resultaron ser parte de algo que inicialmente no se buscaba.

Tal es el caso de la famosa “pastilla azul” o el Viagra que originalmente  era un medicamento para tratar la hipertensión pulmonar. Durante la década de los 90, la farmacéutica Pfizer comenzó a hacer ensayos clínicos para probar la eficacia del sildenafilo en el uso curativo de la angina de pecho, no obstante, se descubrió durante los estudios de fase I que los pacientes tenían erecciones tras ingerir el medicamento.

Por lo tanto, Pfizer decidió en 1996 patentar el Viagra como el tratamiento para la difusión eréctil, convirtiéndose en la primera pastilla aprobada para tratar este padecimiento en los Estados Unidos.

Quién diría que Pfizer estaba a punto de abandonar los ensayos clínicos en el tratamiento de la angina de pecho y que los efectos inesperados del Sildenafilo lo convirtieran en uno de los medicamentos más prescritos del mundo para atender este problema.

Otro medicamento que sorprendió con sus efectos fue Gemzar (gemcitabina) de la farmacéutica Eli Lilly, que en un principio surgió como un posible antiviral, sin embargo, los ensayos clínicos mostraron que podía acabar con las células de leucemia in vitro.

Actualmente se utiliza como agente quimioterápico para el tratamiento de cáncer de pulmón, páncreas, vejiga y cáncer de mama.

Este medicamento fue sintetizado a principios de 1980, empero, fue hasta 1995 cuando empezó a comercializarse en Gran Bretaña.

Otro fármaco que triunfó por sus efectos no intencionados es el Minoxidil, un vasodilatador que inicialmente se usaba de forma oral para tratar la hipertensión, sin embargo, en 1980 se descubrió que este producto engrosaba el cuero cabelludo y fomentaba la salida de cabello nuevo.

Fue hasta 1988 cuando los investigadores de la compañía farmacéutica Upjohn Corporation desarrollaron una loción llamada Rogaine que actualmente ayuda a revertir la alopecia para aquellos que lo padecen.

Con casos como estos podemos concluir que la investigación y pruebas farmacéuticas son tan exhaustivas que se llegan a descubrir nuevos usos para las moléculas ya existentes y cuya patente depende de años de estudios y aprobaciones regulatorias.

 

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