México es un país con más de 119 millones de habitantes, donde uno de cada cinco no cuenta con servicio médico por las instituciones de salud federal. Esto conlleva a que al momento de tener algún malestar, los pacientes se vean en la necesidad de acudir a las farmacias que cuentan con un consultorio adjunto y un médico general de guardia.
Se estima que de las 55 mil farmacias registradas como independientes o dentro de alguna cadena, sólo 13 mil cuentan con un servicio de atención médica como el que mencionamos. Este tipo de consultas van desde los 30 y hasta los 50 pesos o en ocasiones pueden ser gratuitas, volviéndolas accesibles al bolsillo. Sin embargo, es necesario tomar en cuenta que en caso de sufrir un padecimiento de importancia es necesario acudir a un médico especialista cuyo diagnostico y tratamiento serán adecuadamente administrados.
La parte relevante de estas iniciativas por parte de las cadenas de farmacias no es sólo tener una estrategia de venta agresiva, sino el poder contar con la información exacta respecto a los medicamentos de mayor demanda y receta por los especialistas para así, tener los inventarios adecuadamente balanceados.
Otro sector beneficiado de realizar un estudio sobre el comportamiento de las recetas médicas son los laboratorios farmacéuticos, quienes tendrán datos para orientas sus esfuerzos y abastecer eficientemente a las cadenas comerciales e instituciones de salud.
Por ejemplo, en conferencia de prensa para informar sobre los avances de la política institucional de abasto de medicina, datos presentados por el Instituto Mexicano del Seguro Social mostraron un abasto del 98% de las recetas debido a una estrategia de análisis de mercado implementada por el Instituto a fin de mantener suficiente medicamento disponible para los derechohabientes.
Cabe mencionar que además del incremento en ventas y atención médica, dicha estrategia se basa en un mejor servicio e imagen para las cadenas farmacéuticas e instituciones de salud.