México es el onceavo país más importante del sector farmacéutico y tiene un valor de 13.2 mil millones de dólares (mmdd) en el que, de acuerdo a cifras del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el 90 por ciento de los medicamentos que se consumen son genéricos.
La industria farmacéutica en México se enfrenta a grandes retos en el sector privado y en el público. El principal está relacionado con la venta de los medicamentos en las más de 5 mil 700 farmacias y el respeto de las prescripciones médicas. A partir de la quiebra de Casa Saba y la operación Nadro- Marzam , se reconfiguró la distribución de medicamentos, lo que ocasionó una concentración: Nadro- Marzam (49%), Fármacos Especializados (23%) y Maypo (11).
Además, existen otros retos como el recorte presupuestal de 6 mil 500 millones de pesos a la Secretaría de Salud (SSA); la dificultad para desarrollar nuevas moléculas- prueba de ello es la disminución en 25 por ciento del registro de patentes- según cifras del Instituto Mexicano de la Propiedad intelectual (IMPI); la regulación de la industria y las compras consolidadas. Así como la reconfiguración de la competencia, ya que sólo en el primer trimestre del 2015 se registraron 152 fusiones y adquisiciones por más de 221 (mmdd).
La compleja situación y eventos anteriores, afectaron las estrategias y metas de los laboratorios y modificaron el mercado de medicamentos en México, por lo que algunas empresas optan por ampliar sus portafolios al incluir genéricos, mientras que otras se enfocan en áreas terapéuticas específicas; con el único objetivo de enfrentar los retos durante el segundo semestre de este año y cumplir sus metas.
El éxito dependerá de la capacidad de los laboratorios para entender los cambios del mercado y, de acuerdo con ejecutivos y directivos de la industria, estas son las cinco habilidades que la industria farmacéutica tendrá que desarrollar para hacer frente a las complejidades actuales y futuras.
Las cinco habilidades para afrontar el segundo semestre del año:
- Control y eficiencia de los recursos: buscar economías de escala y negociar con proveedores para alcanzar eficiencias en toda la cadena de valor, para generar beneficios en pacientes, distribuidores, empresas y gobierno.
- Creatividad: identificar alternativas innovadoras o tecnológicas que contribuyan con la optimización de los recursos; así como para la identificación de nuevos negocios.
- Estrategia diversificada: Desarrollar un plan a largo plazo que permita identificar acciones que contribuyan a impulsar las agendas nacional e internacional de salud.
- Adaptabilidad: Tener una visión estratégica y sensibilidad para comprender los momentums del mercado .
- Ajustar expectativas: comunicar de forma adecuada los retos de la industria y adecuar planes y metas de negocio y de agenda, en función del tiempo y las necesidades del mercado.