Los retos que hoy en día afronta el sector farmacéutico, especialmente en las franquicias de farmacias, no tienen que ver exclusivamente con mejorar la rentabilidad de las mismas. En los últimos años, el rol del paciente que se acerca al mostrador para pedir asesoramiento o solicitar la dispensación del medicamento ha cambiado: ahora es una persona que se preocupa por conseguir la mejor atención posible, que se siente responsable de la evolución de su enfermedad y que sabe sacar todo el provecho de los recursos digitales que tiene a su alcance, que califica.
El farmacéutico es consciente de que uno de sus mayores desafíos es avanzar en la gestión de su farmacia y añadir valor en la atención al usuario. La información que generan en materia de salud, bien analizada y procesada, se convierte en una herramienta clave en la toma de decisiones del profesional clínico, en la predicción de enfermedades y epidemias, y en la evolución terapéutica.
En este esfuerzo por permear en el negocio, la clave es la creación de bases de datos y revisión de procesos a nivel interno. Conocer los comportamientos del paciente y público objetivo, sirve en dos vías: para identificación de posibles riesgos, y para medir y analizar el comportamiento de los usuarios, datos por demás relevante para los profesionales de la industria o responsables de mercadotecnia. Y es que, cuando hablamos de una evolución digital, pensamos que la acción sólo se limita a tener presencia en redes sociales, pero es algo más que eso: hablamos de entender a ese nuevo consumidor, pues solo si conocemos los gustos y hábitos del paciente, podremos ofrecerle el servicio que necesita.
Especialistas de Close Up, empresa con Presencia Global dedicada al análisis e investigación de nuevas técnicas para el mercado prescriptivo, señalan que es importante además generar una propuesta de valor que atraiga al consumidor y disponer de herramientas que permitan al farmacéutico medir el impacto de sus campañas, ya que ello no sólo permiten conocer el efecto que han tenido éstas en nuestras ventas, sino también el impacto de nuestras recomendaciones y consejos en la salud de la población.
Es por tanto necesario hacer que los farmacéuticos mejoren la eficiencia de las farmacias, pero también la atención y la comunicación con el paciente. En la actualidad, más farmacéuticas están dispuestos a cambiar y desarrollar una estrategia de asistencia y gestión basada en las nuevas tecnologías y en la recopilación de datos.
La industria farmacéutica, es la más acostumbrada al análisis de datos por su tradición de ensayos clínicos, y es la principal benefactora de este tipo de servicios, ya que usa la tecnología para analizar en el entorno real no controlado debido a usuarios y pacientes con diferentes comportamientos y hábitos de compras en el mercado de la prescripción médica.